
Smartfly es una startup que llega para llenar ese vacío que dejaron las aerolíneas comerciales en cuanto a la comodidad, privacidad y agrado de viajar en avión, además de realizar recorridos hacia destinos que no cuentan con aeropuertos.
La iniciativa de crear un servicio totalmente personalizado, surge a través de una situación que ocurre a nivel mundial en cuanto a la aviación privada, la cual presenta muchos espacios vacíos en los vuelos que se realizan.
Un ejemplo claro de esta situación son los vuelos desde Concepción a Pucón. Una vez dejado al pasajero en su destino, el chofer debe volver a Concepción, ya que no puede estacionarse en Pucón producto de la alta demanda dentro del aeródromo, sumado al costo de pagar por hora.
Luego de que el pasajero haya cumplido su estadía en la ciudad, el chofer debe viajar desde Concepción nuevamente hacia Pucón. Por lo tanto, se realizan cuatro viajes en total, de los cuales sólo dos fueron con pasajeros.
Esta fue la situación que instó a Jorge Jardúa, ex miembro de la Fuerza Áerea de Chile (FACh), para asociarse junto a Grupo Madesal y Consorcio Eólico y así crear una aplicación que facilite la cotización y planificación de vuelos privados, cuya tarifa es determinada por los dueños de cada aeronave inscrita en la plataforma.
La premisa es entregar una oportunidad de rentabilizar los vuelos de cara hacia el dueño del avión para que pueda subir más pasajeros, y al mismo tiempo, llevar la aviación privada a más personas, ya que no hay mucha información sobre las aerolíneas que realicen este servicio.
Sin embargo, como todo emprendimiento, ha ido cambiando y mutando durante el último tiempo, aprendiendo día a día más del mercado, lo cual ha modificado la solución que se entregaba al principio.
De acuerdo con lo señalado por la Cofounder y Gerente Comercial de Smartfly, Gloria Alastuey, ofrecer este nuevo servicio ha permitido mejorar el sistema, incorporando líneas de negocio dentro de la plataforma y digitalizando un poco el mundo de vuelos privados y aviación ejecutiva.
Con respecto a las aeronaves, sólo se utilizan aquellas que operen bajo la norma DAN 135 de la Dirección General de Aeronáutica Civil, normativa chilena que indica los requisitos de operación, regulares y no regulares para aviones de hasta 19 asientos de pasajeros. En este caso, Smartfly funciona desde 4 hasta 11 pasajeros por aeronave.
Los recorridos frecuentes dependen siempre de la época del año, pero generalmente son rutas desde Santiago hacia Zapallar, Pichilemu o Pucón. El valor de cada recorrido depende de los dueños de cada aeronave, determinado por la distancia de destino y por el cobro de las tasas que tiene cada aeródromo donde vaya a aterrizar la aeronave.
Cotizar y planificar en una sola aplicación, una gran iniciativa está recién entrando en el mercado de vuelos privados y ejecutivos, lista para ofrecer comodidad y privacidad durante los vuelos. Actualmente ya están operando en países como Argentina, Brasil y Estados Unidos.

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