
La cantidad de neumáticos en desuso aumenta considerablemente, por lo que accionar frente a esta problemática representa un gran avance hacia la implementación de un modelo de economía en base al reciclaje, como lo es el caso de Energía Circular, empresa dedicada a la revalorización de los neumáticos.
El modelo económico lineal que implementa la gran mayoría de los países, ha ocupado un rol fundamental en el desarrollo económico desde la revolución industrial. Sin embargo, dicho modelo se encuentra en un momento crítico producto de la evolución de la misma economía y sus nuevas demandas, junto con las necesidades que presenta la sociedad día a día. Esto produce una volatilidad de precios de los recursos e interrupciones en el
suministro de materias primas.
Frente a los factores señalados, se ha optado por desarrollar y poner en práctica un modelo circular, que garantiza la producción y consumo con un crecimiento sostenible en el tiempo, el cual busca la optimización de recursos, reducción en el consumo de materias primas y aprovechamiento de residuos a través del reciclaje para elaborar nuevos productos. Tal como lo indica su nombre, la idea de este modelo es que los recursos se mantengan en la
economía el mayor tiempo posible.
Si bien es factible el reciclaje de materiales, hay algunos que no tienen lugar para ser reciclados, como es el caso de los plásticos, el papel y los neumáticos. Estos últimos tienen una particularidad bastante llamativa: pueden tener un ciclo de vida de más de mil años. No existen elementos físicos, biológicos o químicos que puedan eliminarlos rápidamente, por lo que cuando están sin uso, su presencia es inamovible por mucho tiempo. Es por esto que el reciclaje de neumáticos es de gran importancia y un gran ejemplo de economía circular.
De acuerdo al decreto n° 8 del Ministerio del Medio Ambiente publicado el 20 de enero de 2021, en Chile se desecha, anualmente, alrededor de 6,6 millones de neumáticos, los que corresponden a cerca de 180 mil toneladas. Considerando el desgaste por el uso, la generación anual de residuos de neumáticos se estima que es de 140 mil toneladas.
A raíz de esa problemática, en la región del Biobío, surge en 2019 Energía Circular, un emprendimiento dedicado a la revalorización de neumáticos fuera de uso (NFU), convirtiéndolos en una alternativa viable para el cumplimiento de metas asociadas a la ley Responsabilidad Extendida del Productor (REP) que establece metas sobre la gestión de residuos.
El proceso de reciclaje de NFU depende de una reacción en particular: el calor. Al ser un proceso térmico, llamado pirólisis, los NFU son calentados a temperaturas superiores a los 600°, lo que permite su desintegración y posteriormente el desarrollo de nuevos productos, como el combustible piroil, utilizado en procesos industriales; carbón black o negro de humo, combustible para plantas cementeras; gas, que se reutiliza en el proceso de pirólisis como combustible; y alambre, que se vende a empresas que lo reciclan y lo transforman en otros materiales.
La planta de pirólisis de Energía Circular es la única en la región. Tiene una capacidad de recepción de 600 a 650 toneladas por mes de NFU. Actualmente reciben 400 toneladas, pero con la vigencia de la ley REP, el propósito es llegar a 650 toneladas a partir del primer trimestre del próximo año.
Desde 2021 han implementado el servicio de retiro de NFU desde distintas empresas del Gran Concepción, evitando que estos se desechen en lugares no autorizados. Esto les ha permitido trabajar con diferentes empresas, como Cementos Bío Bío, Bitumix, Pavimentos Quilín, CAP, Recauchajes Altas y a través de esta última, trabajan con las mineras más importantes a nivel nacional.
Energía Circular ve a los neumáticos abandonados en predios como una oportunidad para convertirlos en materia prima, no como residuos desechables. Esto permite que se aproveche al máximo el uso de sus derivados, manteniendo el equilibrio entre el progreso y
la viabilidad del modelo de economía circular.

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